Hace ya unos años vivamos en Mérida Venezuela, en un pueblito semi rural, mi esposa y yo con mis dos hijos. Esra una casa pequeña pero acogedora con un gran patio, nos llevábamos bien con los vecinos en especial con Yane y Toño. Yane un tanto gordita y Toño esra fornudo, ya que era trabajador del campo. Mi esposa se disponía a barrer todos los días el patio de la casa desde muy temprano. Ya habían pasado unos meses. Y fue cuando comence a darme cuenta que a la hora que se levantaba el vecino, a la misma hora se levantaba mi esposo, mi esposa es también un poco gordita pero de buenas nalgas y unas enormes tetas. Y comencé a notar intercambio de miradas, el miraba sus nalgas y sus tetas , mientras que ella lo detallaba por completo yo era un tipo muy celoso y al principio la regañaba. Hasta cuando vas a estar barriendo?. Y así comencé a vigilar por las endijas , hasta que un día mirando como el se la comía con la vista, se me paro mi verga y comencé a masajear hasta que me vine . Yo seguía mirando y el se acomodaba su miembro que iba a reventar, ella no dejaba de mirarlo mientras barría cada vez con más lentitud. Yo seguía masturbándome hasta que no aguante más y volví a acabar, eso me gustó y fue así como comenzaron mis fantasías. Un día teniendo sexo con ella le dije. Haste cuenta que yo soy Toño, ella estaba tan exitada que le gustó la idea, y ese día cogimos como nunca . Todos los fantaciamos con Toño, hasta que un día le dije que si quería que la fantasía se convirtiera en realidad, al principio no quiso pero luego acepto . Lo cierto que nunca se dió la oportunidad, y las fantasías se perdieron en el tiempo. Al final nos mudamos de estado, y escribo esto porque ahora se está repitiendo la historia. Tengo un vecino colombiano que no pierde oportunidad de mirar a mi esposa, y a mí me está gustando. Díganme qué debo hacer?.
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